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Las playas de Agnès

Título original: Les Plages d’Agnès

Director: Agnès Varda

País: Francia

Año: 2008

Reparto: Documental, Agnès Varda

Duración: 110 min.

Guión: Agnès Varda

Música: Joanna Bruzdowicz

Fotografía: Helene Louvart

Género: Documental

Productora/Distribuidora: Ciné Tamaris, France 2

Saga:

Premios: Premios César, Otros

Nominaciones: Premios de Cine Europeo, Satellite

«Si abren a la gente, encontrarán paisajes. Si me abren a mí, encontrarán playas». La frase corresponde a la propia Agnès Varda, y es el mejor preámbulo posible para este documental en el que la directora revisita algunos de los lugares en los que pasó los momentos más memorables de su vida. Si bien no nació junto al mar, durante su infancia lo visitó cada año junto a su familia; y nunca olvida que el pueblo costero de Sète en el que se exilió durante la guerra proveyó el escenario de uno de los períodos más divertidos de su juventud. A los 80 años, con la misma energía de siempre, Agnès recorre esas postales playeras y nos acerca, con humor y emoción, a sus inicios como fotógrafa, a su temprana vocación por el cine, a su vida junto a Jacques Demy; repasa su activa militancia feminista y rememora sus viajes y sus experiencias como productora independiente. Les Plages d’Agnès es un viaje a la intimidad de su autora; un relato cálido y reflexivo sobre el impulso creativo, sobre el dolor por la pérdida de los seres queridos, sobre el paso del tiempo, sobre la muerte.
FESTIVALES:
Palmarés Premios Satellite 2009
Palmarés Premios César 2009
Palmarés Premios de Cine Europeos 2009
Participó en la Sección .Doc Nuevos Caminos de la no Ficción del Festival de San Sebastián 2010
Participó en la Sección Venezia Maestri, fuera de Concurso en el Festival de Venecia 2008
Participó en la Sección de Cine sobre Arte del Festival de Breslavia (2009)
Participó en la Sección Doc@Poff del Festival de Cine Black Nights (2009)
Participó en la la 14ª edición de Rendez-Vous With French Cinema Today (New York) (2010)
Participó en la 9ª Semana del Cine Francés en Berlín (2009)

BIO

Agnès Varda es una directora de cine nacida el 30 de mayo de 1928 en Bruselas, Bélgica. Vive y trabaja en París. Es considerada por algunos críticos de cine la «abuela de la Nueva Ola» (Nouvelle vague) y una de las pioneras del cine feminista.
Sus películas, documentales y vídeo-instalaciones guardan todas un carácter realista y social. Toda su obra presenta un estilo experimental distintivo. En 1985 con la película Sans toit ni loi (Sin techo ni ley) obtuvo el León de Oro del Festival de Cine de Venecia y su biografia documentada en Las playas de Agnès el Premio César en 2009.
Es la viuda del realizador Jacques Demy y fue condecorada con la Legión de Honor. Ha merecido el Premio René Clair de la Academia francesa, el Prix Henri-Langlois y el Premio Mayahuel de Plata entre otros.
Agnès Varda nació con el nombre de Arlette Varda en Bruselas, Bélgica, en el seno de una familia de padre griego y madre francesa. Su padre pertenecía a una familia de refugiados griegos desde Asia Menor.
Varda estudió Historia del Arte en la École du Louvre antes de conseguir un trabajo como fotógrafa oficial del Teatro Nacional Popular ó Théâtre National Populaire (TNP) de París. Le gustaba la fotografía, pero estaba más interesada en el cine. Después de pasar unos días grabando la pequeña ciudad pesquera francesa de Sète, en el barrio «La Pointe Courte», para un amigo con una enfermedad terminal que no podría visitarla por sí solo, Varda decidió hacer una película. De este modo aparece en 1954 su primera película, La Pointe Courte, que narraba la historia de una triste pareja y su relación en la pequeña ciudad. La película es la precursora estilística de la Nouvelle vague francesa.
Más tarde se la encuadrará definitivamente en este género, asemejándosela así a autores como Chris Marker, Marguerite Duras, Alain Robbe-Grillet, Jean Cayrol y Henri Colpi. Este grupo estaba fuertemente ligado al Nouveau roman, estilo literario que estaba posicionado políticamente en la izquierda.
Varda estuvo casada con el director Jacques Demy desde 1962 hasta su muerte en 1990, en su película Jacquot de Nantes (1991) ella traza un relato de la infancia de Demy, y su duradero amor por el teatro y el cine. Varda le rindió homenaje también en Les Demoiselles ont eu 25 ans (1993) y L’Univers de Jacques Demy (1995). Hijo de ambos es el actor Mathieu Demy nacido en 1972. La directora también es la madre de la vestuarista Rosalie Varda, hija del anterior matrimonio con Antoine Boursellier.
Filmografía
Les plages d’Agnès (2008)
Los espigadores y la espigadora: dos años después (Les glaneurs et la glaneuse… deux ans après) (2002)
Los espigadores y la espigadora (Les glaneurs et la glaneuse) (2000)
Las cien y una noches (Les cent et une nuits de Simon Cinéma) (1995)
Kung-Fu Master (1987)
Sin techo ni ley (Sans toit ni loi) (1985)
Jacquot de Nantes (1991)
Una canta, la otra no (L’une chante, l’autre pas) (1977)
Daguerréotypes (1975)
Contestación de mujeres (Réponse de femmes) (1975)
La felicidad (Le bonheur) (1965)
Cleo de 5 a 7 (Cléo de 5 à 7) (1961)
La Pointe Courte (1956)
Publicaciones
La Côte d’Azur, d’azur, d’azur, d’azur, collection lieu dit, Les Éditions du Temps, 1961.
Varda par Agnès, Éditions des Cahiers du Cinéma, Paris, 1994, réédition 2005 (ISBN 2-86642-440-9).
Sara Cortellazzo et Michele Marangi, Agnès Varda, Edizioni di Torino, 1990.
Bernard Bastide, Les Cent et une nuits, chronique d’un tournage, Pierre Bordas et fils, 1995
Sandy Flitterman-Lewis, To Desire Differently: Feminism and the French Cinema, Columbia University Press, 1996.
Alison Smith, Agnès Varda, Manchester University Press, 1998.

Fuente: Wikipedia

EL UNIVERSO DE AGNÈS VARDA
La dama de la Nouvelle Vague ha encontrado una segunda juventud después del éxito internacional de su documental Los espigadores y la espigadora (2000), compendio de su forma de entender el cine como “arte de espigar planos” y de hacer con ellos una suerte de bricolage que les otorgue un nuevo sentido.
La combinación de la textura documental con un desarrollo narrativo (tan utilizado en el cine realista actual) puede ser el rasgo más característico de su extensa obra, lo mismo que la irrupción de la subjetividad del autor (por medio de la voz en off, de la presencia física, del metalenguaje) en el universo objetivo que se retrata.
Las casi cuarenta piezas que ha dirigido -entre cortometrajes, documentales y largos de ficción- pueden discurrir por alguna de las tres corrientes entre las que creo que bascula su obra, si bien se puede predicar del conjunto una unidad y coherencia en base a su intencionalidad, a la libertad de tono en el rodaje y en el montaje, y al instinto o astucia de la Varda para captar los pequeños detalles de la realidad que la circunda, producto de su previa formación en la fotografía. En junio y julio del 2006 la Filmoteca Española proyectó casi todas las películas de esta extraordinaria dama francófona, que deleitó con su presencia comentando la exposición fotográfica De-Ci De-la y participando en una mesa redonda con motivo de la proyección de su obra.
Las primeras películas de Agnès Varda reflejan el profundo impacto que en la joven directora belga provocó la renovación que del cine proponían los franceses de la Nueva Ola. Cleo de 5 a 7 (1961), es sin duda su mejor película de esta etapa: se rodó al año siguiente de Al final de la escapada (J.L. Godard) y dos más tarde que Los cuatrocientos golpes (F. Truffaut). Los paseos por las calles de París de Corinne Marchand, mientras espera los resultados de un análisis médico, casi en tiempo real, son un extraordinario ejercicio de estilo de la directora y una muestra de su exquisita sensibilidad con las preocupaciones del ser humano. Siete años antes la realizadora de origen belga había filmado su primera película, La pointe courte, en la que las huellas del maestro Rosellini son evidentes.
Sin duda el bloque de películas menos interesantes de Varda, y las que peor han soportado el paso del tiempo, son aquellas en las que se contagia del espíritu de optimismo que precedió al Mayo del 68. La felicidad (1965), Las criaturas (1966), Lion´s Love (1969), son obras menores, en las que se busca concitar un estado de ánimo y poner en solfa algunas de las rígidas leyes de la sociedad burguesa. La más divertida entre ellas quizás sea Una canta, otra no (1977), por su estilo jovial y desenfadado, y su hallazgo al transformar las luchas feministas en una danza de colores kitsch. En todo caso, todas le sirvieron para experimentar con su estilo, y para encontrar soluciones que más tarde explotaría de manera magistral. A caballo entre el documental y la ficción está su película más celebrada, Sin techo ni ley (1985), protagonizada por una jovencísima Sandrine Bonnaire, que da vida a una vagabunda que sobrevive sometida al azar, como el plan de trabajo de esta película casi improvisada, en la que cohabitaron actores y personas del lugar, y que es germen de toda una corriente de cine realista contemporáneo, encabezado por los hermanos Dardenne y Ken Loach. Decir que también ésta película ha envejecido, lo que no puede decirse de ninguna más de las muestras de no ficción que ha dejado para la posteridad Varda.
Black panthers (1968), Daguerréotypes (1975), Murs, murs (1980), Jane B. par Agnès V. (1987), Cinévardaphoto (2004), por no hablar de Los espigadores… y su secuela Dos años después (2002), son pequeñas obras maestras del género, a la par que valiosísimos testimonios históricos y del paso del tiempo. En estos documentales, despliega Agnés Varda toda su inteligencia creativa, fijándose en esas pequeñas cosas que hacen enorme al conjunto: en Daguerréotypes retrata a las personas, edificios y ambientes de la manzana de Daguerre, en la que vivía, en Murs, murs, los modelos de un mural de Nueva York se acercan a la cámara hasta que el volumen de lo representado sustituye a la representación, en Los espigadores… la cineasta retrata sus propias manos, se presenta a sí misma y agradece el invento a su pequeña cámara digital. Puro talento artístico y metarreflexivo, sólo emulado en su sencillez y lirismo por Abbas Kiarostami en el cine comparado.
Mención aparte, por la ternura, respeto y rigor que se desprenden de ellos, merecen todos los filmes que la directora francesa dedicó a su difunto marido Jacques Demy, y a su maravilloso legado. Jacquot de Nantes (1991), son “los sueños de un niño que quiere ser director de cine”. L´Univers de Jacques Demy (1995) es un documental imprescindible, con entrevistas y fragmentos de las películas del director de Los paraguas de Cherburgo y Lola. Su ejemplo debería ponerse en las escuelas para demostrar cómo han de respetarse en la recopilación cada uno de los formatos originarios de grabación para enriquecer (por variedad y fidelidad a la composición) el visionado. Les demoiselles ont eu 25 ans (1993) quizás sea el más emocionante de todos: se trata de la filmación del homenaje que la ciudad de Rochefort hizo a la película de Demy con motivo del 25 Aniversario de su estreno. En la atmósfera de las imágenes, flota la presencia de dos fantasmas: el de Demy, hacia el que su antigua esposa siente devoción, y el de Françoise Dorléac, la hermosa hermana de Catherine Deneuve.
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1 Comment

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