Tal día como hoy hace 79 años, el 1 de diciembre de 1931, se superó el último obstáculo para lograr en el Congreso la aprobación del voto de la mujer. Clara Campoamor fue la principal impulsora de este logro histórico. La miniserie de Televisión Española ‘Clara Campoamor, la mujer olvidada’, ha grabado hoy en la escalinata de la Cámara Baja su última secuencia. El momento en el que la histórica política española entra en el Congreso por primera vez para defender el voto de la mujer.
“Clara Campoamor, la mujer olvidada”
La miniserie biográfica ‘Clara Campoamor, la mujer olvidada’, que dirige Laura Mañá, narra el logro de la política sufragista española. El guión, a cargo de Yolanda García Serrano y Rafa Russo, se centra en los días posteriores a la proclamación de la República y reproduce las sesiones en el Congreso en las que Clara Campoamor convenció a la cámara de la necesidad de lograr el voto para la mujer. Lo consiguió, y desde entonces es referente en la lucha por la igualdad de la mujer.
Sin embargo, y aunque pueda parecer extraño, poca gente conoce la historia de Clara Campoamor. “A todo el mundo le suena su nombre, pero nadie sabe la lucha, y la lucha en solitario además, que tuvo que llevar esta mujer”, dice Laura Mañás.
Y es precisamente aquí, en este desconocimiento popular, donde reside el porqué de rodar «Clara Campoamor, la mujer olvidada”. “Es una película necesaria cuando estamos hablando de la igualdad de las mujeres. Hay que recuperar a las heroínas que se han ganado un hueco en la historia para que así los hombres empiecen a respetar a las mujeres”, recalca la directora.
«La pregunta no es por qué hacer una película de Clara Campoamor. La pregunta es por qué en ochenta años no se ha hecho una película sobre Clara Campoamor», comenta Isaías la Fuente,autor del libro en el que está basada la nueva ficción de TVE.
La lucha por el sufragio femenino
Elvira Mínguez y Mónica López interpretan a Clara Campoamor y Victoria Kent, las dos primeras diputadas de España. La acción se sitúa en 1931. El rey Alfonso XIII acaba de presentar su dimisión. Se proclama la II República en España, un nuevo gobierno con el que muchos esperan lograr la igualdad de derechos para hombres y mujeres.
En aquel momento, las mujeres son elegibles pero aún no tienen los mismos derechos jurídicos que los hombres: todavía no pueden votar. La miniserie recrea la apasionada defensa de Clara Campoamor a favor del voto para la mujer, a la que siguió una votación en la que se impuso la aprobación del sufragio universal por sólo cuatro votos de diferencia contra quienes defendían el ‘no’.
Curiosamente, Victoria Kent, la otra diputada y mujer en el Parlamento, no votó a favor y propuso una enmienda para posponer el voto femenino.
El reparto
El reparto lo encabeza la ganadora de un Goya a la mejor actriz por ‘Tapas’, Elvira Mínguez. Con este personaje, la interprete ha podido «conocer más a Clara Campoamor y esa parte de la historia por la que se suele pasar muy por encima». Pero también, le ha servido para «darse cuenta de que hemos ganado muchísmo, pero que aún nos quedan otras muchas que seguir ganando». A la hora de enfretarse a «semejante» personaje ha intentado hacerlo «con la máxima humildad posible. Clara Campoamor hay una y no estoy intentando imitarla. Sólamente he intentado ser lo más creible posible para que el espectador entienda quién fue esta mujer y lo que hizo y cual fue su obra», recalca la actriz.
Junto a ella, Mónica López interpreta a su compañera de escaño y de partido, Victoria Kent. Mónica López ya tiene experiencia a la hora de interpretar a personajes reales. Fue la reina doña Sofía en la serie de TVE ‘23-F: el día más difícil del rey’.
El trío protagonista lo completa Antonio de la Torre, ganador de un premio Goya (‘AzulOscuroCasiNegro’)’, en el papel del enamorado periodista y confidente de Clara Campoamor.
Laura Mañá
Laura Mañá es directora, actriz y guionista. Su primera película como directora ‘Sexo por compasión’ (2000) participó en numerosos festivales nacionales e internacionales y ganó premios a la mejor película y mejor ópera prima en los festivales de Málaga, Miami, Peñíscola, Guadalajara (México) y Puerto Vallarta (también en México).
También la segunda película que dirigió, ‘Palabras encadenadas’, fue premiada en los festivales de cine de Málaga y Oporto. Mañá ha dirigido otros largometrajes como ‘Morir en San Hilario’ (premio a la mejor película y premio del público en el festival de cine europeo de Viareggio, entre otros), ‘Ni dios, ni patrón, ni marido’ y ‘La vida empieza hoy’, estrenada el pasado verano.
Para TVE, en 2009 realizó el documental ‘La familia’ dentro de la serie realizada con motivo de los 50 años de Televisión Española en Cataluña, “50 años de”, en la que ofrecía su punto de vista de cómo ha evolucionado la familia española en estas décadas. También es suyo el cortometraje ‘A+B+C’, incluido dentro de la película ‘Ellas son… África’, un proyecto compuesto por cuatro documentales unidos por su compromiso con la Igualdad, coproducido por TVE.
‘Clara Campoamor: la mujer olvidada’, un mito que sigue vivo y que llegará a nuestra pantalla de la mano de TVE y la productora Distinto Films, se ha rodado entre Barcelona y Madrid. Las escenas que transcurren en el interior Congreso de los Diputados se han rodado en el Parlament de Cataluña, ambientado de época.
Fuente: RTVE.es
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En el año 1931, en España se proclama la Segunda República. En este contexto, las mujeres son elegibles pero no pueden votar. Clara Campoamor y Victoria Kent son las primeras mujeres diputadas que pisan las cortes y se plantean muy firmemente luchar por los derechos de la mujer. Clara Campoamor sabe que eso pasa por una primera y gran conquista: el voto femenino. A partir de este momento, su lucha no es nada fácil. Muy pronto encuentra su primer obstáculo: sus propios compañeros de partido, republicanos, de izquierdas, temen que las mujeres voten influenciadas por la iglesia y, por ello, a la derecha, así que le dan la espalda. Ese argumento se generaliza y hace que Clara Campoamor se vaya quedando sola en el parlamento en su defensa del sufragio universal. Después de una lucha constante, y después de múltiples traiciones, el 1 de diciembre de 1931, Campoamor consigue su objetivo: el voto para la mujer.
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Política republicana y defensora de los derechos de la mujer.
Madre del sufragio femenino en España«Nosotras, mujeres, no debemos prestarnos a contribuir a la farsa de hacer creer al mundo que la mujer en el Estado español tiene personalidad propia, cuando la realidad no es ésta.» (1931)Nacida en Madrid en 1888. Es considerada como una de las madres del movimiento feminista y sufragista en España, siendo una de las primeras diputadas de las primeras Cortes de la II República.
Defensora de la igualdad de derechos de la mujer, fue una de las impulsoras de la aprobación del voto femenino en las primeras elecciones republicanas, así como de la primera ley del divorcio.La prematura muerte de su padre le obliga a empezar a trabajar con apenas trece años como modista junto a su madre. En el año 1909 obtiene plaza por oposición en el cuerpo auxiliar de Telégrafos.En 1914 obtiene una plaza como profesora en la Escuela de Adultos de Madrid, al tiempo que es secretaria del diario La Tribuna. En su época de actividad política participaría en diversos periódicos como El Nuevo heraldo, El Sol y El Tiempo.
En 1924 obtuvo la licenciatura en Derecho por la Universidad de Madrid y consigue entrar a formar parte del colegio de Abogados en 1925.
Inicia por esa época su actividad política, centrada en los derechos no reconocidos de la mujer. Participa en ciclos y conferencias universitarias, y comienza a publicar escritos hasta que en 1929 entra en el Comité Organizador de la Agrupación Liberal Socialista y pasa a Acción Republicana.
En los procesos de San Sebastián a los rebeldes de guarnición de Jaca de 1930Agrupación Unión Republicana Femenina. asume el papel de abogada defensora. Funda y preside la
Posteriormente se une al Partido Radical, con el que, en 1931, es elegida diputada por Madrid. Es una de las primeras mujeres, junto a Margarita Nelken y Victoria Kent, en obtener un escaño en el Parlamento republicano.
Durante este primer período mantiene una dura polémica con Victoria Kent respecto al derecho electoral de la mujer. Kent representaba a quienes temían que la mujer, influenciada fuertemente por la Iglesia, no votase a los candidatos republicanos. Campoamor proclamaba el derecho inalienable al voto de la mujer sin depender de su orientación. Esta posición ideológica la enfrentó a sus propios compañeros de partido.
En la sesión del 1 de octubre de 1.931, Dña. Clara, tuvo que escuchar en el Congreso que no se debía aprobar el voto femenino, «hasta que las mujeres dejaran de ser retrógradas» (Álvarez Buyita, Rico); «hasta que transcurran unos años y vea la mujer los frutos de la República y la educación» (Victoria Kent) o indefinidamente, «porque las mujeres son histéricas por naturaleza» (Novoa Santos); Hubo quieres proponían excluir esta cuestión de la Constitución para poder negarlo si las mujeres no votaban de acuerdo con el gobierno (Guerra del Río) o reducir el derecho a voto a las mayores de 45 años «porque antes la mujer tiene reducida la voluntad y la inteligencia» (Ayuso). Las otras dos únicas diputadas en aquél Congreso Constituyente, Victoria Kent, del Partido Radical Socialista, y Margarita Nelken, del PSOE, también feministas, consideraban inoportuno el reconocimiento del voto femenino y no lo apoyaron.
Finalmente, se aprobaría el cambio en la Constitución de 1931 por una ligera mayoría, quedando el texto como sigue: Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de 23 años, tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes.
Paradójicamente, las elecciones de 1933, primeras en las que la mujer tenía derecho a voto, significaron la victoria de la derecha política y la pérdida de los escaños de Campoamor y Kent.
Muchos políticos de la época, sobre todo de izquierdas, no le perdonaron su exitosa lucha por el sufragio universal y la hiceiron en parte responsable de la victoria de la derecha. Clara Campoamor escribió comor espuesta a esta inquina desatada contra ella una de sus obras mas representativas: «Mi pecado mortal. El voto femenino y yo», publicado en junio de 1936, justo un mes antes del Alzamiento.
Tras el golpe militar de 1936, Clara siente su vida amenazada en el Madrid revolucionario y decide poner rumbo primero hacia Alicante y de ahí a Suiza. Ya desdeel exilio escribe una obra fascinante en que manifiesta su repulsión por las violencias cometidas en Madrid en nombre de la Revolución: La revolución española vista por una republicana y que proporciona el primer análisis histórico de la Revolución española y de la Guerra Civil a través de su sincero testimonio.
Cuando en 1.951 quiso volver a España, Clara se encontró otro problema: era masona de la logia Reivindicación. El régimen de Franco propuso, al igual que con otros masones elegir entre dos opciones: dar los nombres de los masones que conocía, o pasar 12 años en la cárcel. Dijo que ser masona era un delito legalísimo cuando ingresó en la masonería. Eligió, otra vez, el ostracismo, el destierro y el olvido.
Murió en el exilio, en 1972, en Suiza.
RECONOCIMIENTO DE SU APORTACIÓN
Con el establecimiento de la democracia en españa, ya superado el periodo de transición, se iniciaron una serie de homenajes y reconocimientos a la labor de Clara Campoamor en la defensa de los derechos de las mujeres y del voto femenino.
* Premios Clara Campoamor, que reconocen anualmente a aquellas personalidades o colectivos que se hayan significado en la defensa de la igualdad de la mujer.
* Exposición 75 aniversario del sufragio femenino en España: en 2006, diversos colectivos feministas reivindican a las Cortes Españolas el reconocimiento de la trayectoria de Clara Campoamor; el resultado fue la colocación de un busto de la politica republicana dentro del Congreso.
* Se elige que el reconocimiento de su figura llegue también a la acuñación de moneda y en 2007 se decide que la cara de Clara Campoamor aparezca en las futuras monedas de euros.