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Made in L.A.

Notas de la Directora

A veces, cuando empezamos un proyecto, no podemos imaginarnos el camino que nos espera.

Cuando comencé esta película, hace ya más de cinco años, mi objetivo era tan sólo realizar un pequeño cortometraje documental que retratara las condiciones de las inmigrantes latinas en las fábricas de la ciudad de Los Ángeles. Pero en los años que tardamos en finalizar la película ésta se convirtió poco a poco, de manera inesperada, en un retrato mucho más íntimo y más profundo de una experiencia cada vez más universal en la sociedad globalizada de hoy en día: la lucha de muchos inmigrantes recientes para comenzar una nueva vida, para aprender sus derechos y proclamar su voz en nuestras sociedades.

El proyecto comenzó cuando leí un artículo sobre los talleres de explotación (sweasthops) en Los Ángeles. Narraba las condiciones deplorables a las que están sometidos los inmigrantes en muchas de estas fábricas en pleno centro de la ciudad: largas jornadas laborales, salarios muy por debajo del mínimo legal, ratas, cucarachas. Había oído hablar de condiciones muy similares en otras partes del mundo, pero me produjo estupor que esto estuviera ocurriendo en uno de los países más ricos de la Tierra. Había terminado un cortometraje documental, y me propuse hacer una película que expusiera estos abusos y que iba a llevarme 5 meses de trabajo. O eso pensaba yo.

Contacté con el Centro de Trabajadores de la Costura, que acababa de abrir, y empecé a pasar tiempo allí, a veces grabando, a veces simplemente hablando con los trabajadores. Estaban a punto de lanzar una campaña contra una tienda de ropa: un boicot y una demanda legal que intentaba hacer a la tienda –que vende ropa de moda a precios mínimos- responsable por las condiciones laborales en la fábricas subcontratadas donde se cose su ropa.
La energía en el centro estaba cargada en esos días y yo grababa con mi cámara todo lo que podía. A medida empecé a conocer a las trabajadoras, me impresionó su necesidad de contar su historia. Historias de cómo vinieron a este país, o por qué estaban trabajando en la costura, historias sobre sus esperanzas y miedos para su futuro y el futuro de sus hijos. Les sorprendía y la vez enorgullecía que alguien quisiera escuchar.
Un intimidad muy profunda y poco frecuente se fue forjando en esos días, y tuve la posibilidad de capturarla en cámara. El poder hablar en español, mi lengua natal, ser mujer, y trabajar prácticamente sola fue poco a poco inspirando confianza y me permitió penetrar en sus vidas. Para poder retratar todo esto, grabé la película con un estilo directo e intimista, haciendo mi presencia casi invisible. También quería capturar la belleza lírica y los pequeños detalles de este Los Ángeles multicultural, colorido y diverso que poca gente conoce.
Los cinco meses que planeé para el proyecto pasaron rápidamente y sentí que en realidad sólo estaba comenzando. A medida creció el proyecto, busqué colaboradores y conocí a mi compañero de producción, Robert Bahar. A través de nuestra estrecha colaboración, empezamos a repensar y reestructurar el proyecto para poder convertirlo de un pequeño documental sobre estos talleres de explotación, en un documental largometraje sobre la vida de tres mujeres asombrosas que me encontré en el Centro : María Pineda, Maura Colorado y Lupe Hernández. Filmé en sus casas, en las ruidosas protestas semanales con sus hijos, en las juntas en el Centro de Trabajadores de Costura… prácticamente en todos los lados. Tenía tal dedicación que Lupe solía bromear conmigo: “Camarita, algún día me vas a dejar tranquila!”
Temprano en la filmación, el Centro de Trabajadores de Costura lanzo un “tour” nacional para atraer la atención sobre el boicot y la demanda legal. Seguí a Lupe en su viaje a Nueva York, y fue la primera vez que ambas experimentamos La gran Manzana. Allí, Lupe visitó el Museo de Lower East Side, que está establecido sobre las casas-fábricas donde vivían y trabajaban los inmigrantes costureros a principios de siglo, y el Museo de Inmigración de Ellis Island, isla por donde pasaron y se “regularizaron” millones de inmigrantes durante toda la fundación de EEUU. Esas dos visitas están capturadas en la película y fueron increíblemente emocionantes para Lupe y para mi. Lupe vio las fotos de los inmigrantes europeos que venían a Nueva York a principios del siglo XX. Vio cómo vivían, lo duro que trabajaban, y cómo lucharon para hacer valer sus derechos. “¡Es como hoy!”, fue su reacción, emocionada y triste a la vez. Entendimos, de repente, que la experiencia de los inmigrantes latinos en EEUU hoy en día, se parece, en gran medida, a la experiencia de generaciones de inmigrantes que vinieron a este país antes que ellos, de muchos lugares diferentes y en muchas épocas distintas. La misma lucha, las mismas esperanzas y sueños de un futuro mejor, para ellos y para sus hijos.
Espero que Made in L.A pueda proporcionar un ventana profundamente humana para ver y entender esta lucha del inmigrante, repetida alrededor del mundo sin importar el país de origen o el país de destino. ¿No dejarías a tus hijos, a pesar del peligro, a pesar del dolor, para poder mandarles el dinero suficiente para alimentarlos, con la esperanza de darles una vida mejor? ¿No trabajarías día y noche, a pesar del cansancio físico y emocional, si tuvieras cuatro hijos que mantener y no tuvieras otra opción? ¿Y no superarías tu miedo y te levantarías un día para reclamar tus derechos en el trabajo si se te humillara constantemente, no se te pagara, e incluso se te escupiera? ¿Que harías –o no harías- para poder sobrevivir?
Pero lo que no anticipábamos es que su campaña iba a llevar tres largos años, y que la historia iba a tener más implicaciones. La lucha hace cambiar a la gente y, a medida se alargaba la campaña, fue impresionante observar, con la cámara, como cada mujer desarrollaba su sentido de autoestima y valía, y empezaba a entender y afirmar su dignidad personal. Fue en ese momento cuando nos dimos cuenta de que ésta era la historia real, y que su lucha contra Forever 21 no tenía valor solo en sí misma, sino porque estaba sirviendo de catalizador para que cada una de ellas experimentara su propio camino hacia esa afirmación personal. María, decidiendo tomar control de su vida y abandonando a su marido abusador. Maura, aprendiendo a asumir su miedo y luchando por reunirse con sus hijos. Lupe, que creció sintiéndose fea e insignificante, convirtiéndose en organizadora y un día reflexionando sobre su trayectoria personal desde lo alto del Pico Victoria, mirando la ciudad de Hong Kong extendiéndose ante sus ojos… Made in L.A es una historia sobre la decisión de levantarse y decir: “Existo, y tengo derechos”.
Me produce orgullo y me honra haber podido capturar esta evolución en Made in L.A. Como María, Maura y Lupe, al final del camino todas conseguimos algo que nunca hubieramos podido imaginar.
– Directora/Productora/Fotógrafa Almudena Carracedo

Sinopsis

Made in L.A. (“Hecho en Los Ángeles”), película ganadora de un Premio Emmy, documenta la extraordinaria historia de tres inmigrantes Latinas, costureras en talleres de explotación en Los Ángeles, que se embarcan en una odisea de tres años para conseguir protecciones laborales básicas de una famosa tienda de ropa. Con un estilo de cine directo e intimista, Made in L.A. revela el impacto de esta lucha en la vida de las tres mujeres, a medida que la experiencia las transforma. Conmovedora, simpática y profundamente humana, Made in L.A. es una historia sobre la inmigración, el poder de la unidad, y el valor que se necesita para encontrar tu propia voz.

Lupe Hernández, un torbellino de cinco pies que aprendió el arte de sobrevivir a temprana edad, lleva 15 años trabajando en la industria de la costura de Los Ángeles, desde que a los 17 se marchó de México DF. Maura Colorado tuvo que abandonar a sus tres hijos con sus padres, en busca de un trabajo en Los Ángeles para mantenerlos. Se encontró con que el trabajo de salarios bajos traía consigo un precio muy alto: condiciones miserables en las fábricas y un estatus de «indocumentada» que le impidió volver a ver a sus hijos durante más de 18 años. María Pineda llegó a California desde México a los 18 años con la esperanza de una vida mejor. Tras 23 años, unas condiciones de trabajo deplorables, un salario de miseria y el abuso doméstico la han dejado luchando por el futuro de sus hijos y por su propia dignidad humana.

Estas tres mujeres, junto con otros trabajadores inmigrantes, se juntan en el Centro de Trabajadores de Costura en Los Ángeles para reclamar sus derechos laborales. Contra todo pronóstico, estos trabajadores aparentemente indefensos lanzan un reto público (un boicot y una demanda legal) contra una de las tiendas de ropa más importantes de la ciudad, llamando la atención sobre la cara oscura del trabajo de salarios bajos al norte de la frontera, y revelando las fallas sociales de la nueva globalización.

Vista a través de los ojos de María, Maura, y Lupe, la lucha de los trabajadores por una justicia económica básica y por su dignidad personal está llena de esperanza y crecimiento, pero también de decepciones y peligro. La campaña se prolonga a través de tres largos años, y las reuniones en el Centro de Trabajadores de Costura se hacen cada vez mas beligerantes, forzando a las mujeres a atravesar momentos dramáticos de conflicto y desánimo. Pero la historia toma un nuevo y sorprendente rumbo, y las tres mujeres encuentran la fuerza y los recursos para continuar su lucha.

Para Lupe, Maura y María, la larga campaña se convierte un camino de no retorno desde su condición de víctimas a la afirmación de su dignidad personal, y cada una de ellas toma decisiones cruciales en su vida que no podrían haber imaginado. Mirando la ciudad de Hong Kong, a donde viaja tras ser contratada como organizadora, Lupe reflexiona sobre su camino: Cuanto más aprendo, más sola me siento. La ignorancia en algunas formas te protege. Pero después digo: ya que estas aquí, lo cansado y lo bailado ya nadie te lo puede quitar.

Las Mujeres de la Película

Guadalupe (Lupe) Hernandez (32) es divertida, carismática y peleonera. Mide menos de cinco pies y aprendió a muy temprana edad que tenía que ser dura para sobrevivir en una familia de hombres. A los 17 dejó México DF para ir a vivir con su hermana a Los Angeles, donde pronto se adaptó a la vida en las fabricas. En el Centro de Trabajadores de Costura, su fuerte personalidad y sus dotes de liderazgo se ponen pronto de manifiesto, pero el precio del conocimiento es a veces demasiado alto, y la veremos en momentos de depresión, entusiasmo y epifanía. Más adelante, el Centro ofrece a Lupe un trabajo como organizadora, y esto le proporciona nuevas experiencias que producirán un cambio radical en ella, y en su visión del mundo, para siempre.
A los 22, Maura Colorado tuvo que dejara a sus tres hijos (de 2, 3 y 4 años de edad) en El Salvador y vino a EEUU, sola, para poder trabajar y mantenerlos. Los que no podía imaginarse es que, debido a sus condición de indocumentada, no podría volver a verlos durante más de 18 años. Una vez en Los Ángeles, encontró trabajo en la costura, pero la despidieron de manera humillante después de que se quejara de las condiciones en la fábrica. En Made in L.A., seguimos la evolución de Maura en su lucha para superar su inseguridad y en sus intento desesperado para reunirse con sus hijos, quienes a mediados de la película desaparecen de manera trágica al intentar cruzar la frontera a EUUU.
A los 18 años, la tímida y cariñosa María Pineda(ahora 41) vino a Los Ángeles con su esposo, también joven, en busca de una oportunidad en otro país. En su lugar, se encontró atrapada en una situación desesperante de abuso domestico, y en una fábrica de costura donde la explotación era diaria y los patrones mantenían la fábrica cerrada con llave. Aguanto todo con la esperanza de dar un mejor futuro a sus hijos. Poco a poco, el Centro de trabajadores de Costura se convierte en un refugio personal donde puede conocer a otras mujeres y crecer. Y es allí donde empieza un camino largo y difícil hacia la afirmación de sus derechos y su dignidad personal, culminando en su decisión de abandonar a su marido.

Otras personas en la película:

Joann Lo
Previamente la organizadora principal en el Centro de Trabajadores de Costura, es actualmente la Directora Ejecutiva de Food Chain Workers Alliance, una coalición de organizaciones de trabajadores cuyos miembros plantan, cosechan, procesan, empaquetan, transportan, preparan, sirven y venden comida, organizándose para mejorar los salarios y las condiciones de trabajo de  todas y todos los trabajadores a lo largo de la cadena alimenticia.
Criada en Ohio e hija de inmigrantes taiwaneses, Joann sufrió de primera mano los problemas a que se enfrentan los nuevos inmigrantes: su madre no hablaba inglés y Joann, sus padres y familiares experimentaron discriminación y racismo a medida que se adaptaban a la vida en EEUU. Joann ganó buena parte de su experiencia en la organización de base mientras estudiaba en la Universidad de Yale. Después de la universidad, trabajó como organizadora para el sindicato SEIU Locals 399 y 1877 y trabajó recientemente como Co-Directora de Enlace, una alianza estratégica de centros de trabajadores de bajos recursos en EEUU y México.

Kimi Lee
Directora del Centro de Trabajadores de Costura.
La inspiración de Kimi para involucrarse en temas de justicia social le vino a una edad muy temprana, al ver los esfuerzos sus padres como trabajadores inmigrantes. Su madre, costurera en Burma y después en una fábrica en San Francisco, solía llevar a Kimi a la fábrica a trabajar los fines de semana, y allí se percató de los bajos salarios y las condiciones que sufren los trabajadores de costura. Kimi se graduó por la Universidad de California en Davis y trabajó previamente como Directora de Campo para la American Civil Liberties Union (ACLU) del Sur de California.

Julie Su
Abogada de los trabajadores. Antigua Directora de Litigación del Asian pacific American Legal Center (APALC), acaba de ser nombrada State Labor Commissioner de California!
Becada por la prestigiosa MacArthur Fellow y receptora del Premio Internacional de Reebok por los Derechos Humanos, Julie recibió reconocimiento mundial por su representación en el caso de los trabajadores tailandeses y latinos que fueron esclavizados en talleres de costura en California en 1995. Graduada por la Escuela de Derecho de Harvard e hija de inmigrantes chinos, Julie se percató muy pronto del poder del lenguaje, al tener que traducir para sus padres, y de cómo esta barrera afectaba la participación de sus padres en la sociedad. Dándose cuenta de que la Ley es realmente un lenguaje más -el lenguaje del poder en nuestra sociedad- Julie decidió ser abogada para poder así traducir este leguaje para aquellos que más lo necesitaban.

Equipo

Dirección, Producción, Fotografía, Guionista, Co-Edición: Almudena CarracedoAlmudena Carracedo es directora y productora del documental largometraje Made in L.A. Financiado por el prestigioso programa de documentales P.O.V. y por el Sundance Documentary Fund, y aplaudido por el New York Times como «un documental excelente… sobre la dignidad humana más básica», Made in L.A. ha recibido el elogio de la crítica y numerosos premios internacionales, incluyendo un reciente Premio Emmy, la Mención Especial del Jurado en la Semana Internacional de Cine de Valladolid y Mejor Documental en el Festival de Cine Realizado por Mujeres Ciudad de Cuenca, entre otros. Licenciada en Ciencias de la Imagen por la Universidad Complutense de Madrid, Almudena trabajó como realizadora de televisión en España antes de trasladarse a EEUU para realizar en su tesis doctoral en la Escuela de Cine de UCLA, donde trabajó como Profesora Ayudante durante cinco años. Su documental sobre Tijuana Welcome, A Docu-Journey of Impressions ganó el Primer Premio de Cortometraje en el prestigioso Silverdocs Documentary Festival. Almudena ha sido jurado en varios festivales internaciones, incluyendo la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), el Festival de Cine Documental Silverdocs, el Festival Internacional de Cine Latino de San Diego, y el Festival Internacional de Documental de Santiago de Chile, entre otros.

Producción, Guionista: Robert Bahar
Robert es el productor./co-guionista del documental Made in L.A. (MadeinLA.com). Made in L.A se estrenó en la serie de PBS «POV» y ha recibido un Premio Emmy, el Sidney Hillman Prize for Broadcast Journalism y el Henry Hampton Award del Consejo de Fundaciones, entre otros. El documental se ha exhibido extensivamente en festivales internacionales, y durante los dos años pasados se ha mostrado en cientos de eventos comunitarios y con organizaciones de base en EEUU como parte de la iniciativa de auto-distribución «DIY» (Do-it-Yourself) de los cineastas. Anteriormente Robert produjo el premiado documental Laid to Waste y ha sido Productor y Director de producción de varias películas independientes incluidas Diary of a City Priest (ITVS), que se estrenó en Sundance. Además de su trabajo como cineasta, Robert es Director y co-fundador de Doculink, una organización de base para documentalistas con más de 2.500 miembros, y ha sido parte de la mesa directiva de la Asociación Internacional del Documental. Tiene un Master of Fine Arts por el Programa de Producción Peter Stark de la Escuela de Cine y Televisión de la Universidad del Sur de California (USC).

Edición, co-guionista: Lisa Leeman
Lisa dirigió y editó el documental Who Needs Sleep con Haskell Wexler, que se estenó en Sundance en 2006. Nominada a un Emmy por Fender Philosophers, Lisa ha editado numerosos documentales ganadores de premios, incluidos Death: A Love Story (Sundance ‘99) yFear and Learning at Hoover Elementary (POV; Freedom of Expression Award, Sundance ‘97). Ha sido miebro del jurado del Festival de Sundance, presidente de la Asociación Internacional del Documental, y miembro de la mesa directiva de la National Coalition of Independent Public Broadcasting Producers.

Edición: Kim Roberts
Kim Roberts es una editora de documentales nominada al Emmy. Su trabajo incluyeDaughter from Danang (nominada al Oscar) y Long Night’s Journey into Day (Gran premio del Jurado en Sundance), así como Two Days in October (ganadora de un Peabody y un Emmy), The Fall of Fujimori (Sundance ‘05), Lost Boys of Sudan(Independent Spirit Award ‘04), A Hard Straight (Gran Premio, SXSW), Daddy & Papa(Sundance) y Autism: the Musical (Tribeca 07). Kim tiene un master en Producción de Documentales de la Universidad de Stanford.

Música: Joseph Julián González
Joseph es un compositor de cine, televisión y música orquestal con multitud de créditos, incluyendo largometrajes como Curdled, Price Of Glory, la serie de televisión Resurrection Blvd., el video musical de Britney Spears «Oops, I Did It Again,» y la altamente premiada serie Chicano: The History of the Mexican American Civil Rights Movement. Recientemente compuso la música deCowboy Del Amor, nominada para los premios de la Asociación Internacional del Documental y el Writer’s Guild of America. Su concierto Misa Azteca se ha tocado en el Carnegie Hall, la Sorbona de París, y recientemente en la Sydney Opera House en Australia.

Títulos de créditos.

Las protagonistas, hoy en día

Averigua qué ha pasado en las vidas de las mujeres protagonistas de la película desde que se estrenó Made in L.A. en el 2007. (Para saber más sobre la vida de la película desde entonces, visita nuestra página «La película hoy en día«)
Lupe Hernández dice que le da mucha vergüenza verse a sí misma en la película pero enseguida agrega: «Estoy orgullosa de estar ahí, me alegro de haber participado. Mis nietos, si es que algún día llego a tener hijos, me conocerán. Ahora puedo decir que no pasé por la vida silenciosamente sino que hice algo de ella». Se ríe y dice:«¡Dejé una marca!».

«¡Es muy gracioso que nadie te da importancia al entrar en la sala de cine, pero al final de la película todos quieren hablar contigo! Creo que la gente reconoce el valor que hay que tener para permitir que la gente acceda a tu vida, y te lo quiere agradecer. También el haber sido fuerte… algunos trabajadores inmigrantes se han acercado a mí a decirme cuánto se han identificado con las historias que se ven en la película. Eso me hace sentir muy bien.»

Lupe dice que espera que la gente no se olvide de la película al día siguiente, que cambien su manera de ver a los inmigrantes, y que la gente se tome un momento para pensar en quién hizo sus ropas y quién hizo tantas tareas invisibles a su alrededor.

Después de haber trabajado en el Centro
de los Trabajadores de la Costura durante varios muchos años, Lupe decidió tomarse un descanso y dejar de organizar por un tiempo. Después de trabajar en una buena fábrica de costura, está considerando retomar su papel como organizadora. En un futuro, dice que le gustaría abrir una tienda de cosméticos porque «le gusta el maquillaje». Lupe piensa que las mujeres a veces olvidan cuidarse a sí mismas y terminan sintiéndose mal, u olvidando lo hermosas que son en realidad. Lupe siente que una tienda de cosméticos atraería a mujeres inmigrantes y eso le daría a ella un espacio donde ofrecer talleres de autoestima para mujeres.

 

Desde el estreno de Made in L.A., Lupe ha estado involucrada activamente en la difusión de la película y ha estado presente en docenas de presentaciones, siempre revolucionando a la audiencia. Las chicas jóvenes, en particular, son grandes fan de Lupe, pues su historia refleja muchos de los temas y problemas que muchas de ellas experimentan en sus vidas. Puedes ver el blog de los realizadores sobre varias proyecciones y eventos donde participó Lupe, incluyendo el estreno en San Francisco, unapresentación en SAJE, un centro comunitario en el centro de Los Ángeles, y en Festival del Consejo de Fundaciones, donde Made in L.A recibió el premio Henry Hampton. ¡Y no te pierdas un video de Lupe hablando en la escuela Castilleja de Palo Alto, donde las estudiantes le dieron una ovación entusiasta!

Maura Colorado sigue trabajando en la costura, aunque busca otras oportunidades laborales. Sigue estudiando para conseguir su ciudadanía y espera que algún día pueda traer a sus hijos al país.

Maura pudo finalmente viajar a El Salvador para ver a sus hijos, y le mostró la película a su hijo mayor. Maura dice que se sintió increíblemente emocionada al ver a su hijo llorar porque«finalmente, mi hijo fue capaz de entender las situaciones que tuve que vivir y por qué tuve que dejarlos en El Salvador para venir a trabajar aquí».

Acerca de su participación en la película, Maura dice: «Se siente raro, como si no fuera cierto. Algo increíble. ¡¿Cómo se me iba a ocurrir que un día iba a participar en una película?! ¡Nunca se me cruzó por la cabeza! Estoy muy orgullosa de que mi historia pueda ayudar a otras personas, para que no permitan que les paguen malos sueldos y los exploten. Que puedan protestar y hacer algo al respecto.» 

Maura ha participado también activamente en eventos con Made in L.A. y, en el futuro, Maura desea poder ahorrar lo suficiente como para dejar la industria de la confección y abrir su propio negocio.

María Pineda aún lucha para llegar a fin de mes. Poco después de terminado el boicot, su esposo dejó de beber, consiguió un trabajo y volvió al hogar haciendo un intento por mantener a su familia y cambiar las cosas. Unos meses después sufrió una trágica muerte, dejando a María como única proveedora de la familia una vez más. A pesar de esta pérdida traumática para la familia, continúa trabajando duro para sacar adelante a sus hijos.

María dice que ver la película le hace sentirse triste. «Constantemente me pregunto: ¿por qué soporté todo eso? Revivir las cosas por las que pasé me hace sentir muy triste. A la vez, me hace sentir bien que otras personas puedan ver que es posible, que uno puede avanzar si lo desea. Solo abre los ojos y sé fuerte.»

María ha estado también muy activa en la difusión de Made in L.A., y ha participado entusiastamente muchos eventos por todo Los Ángeles. ¡En una proyección reciente en el Scripps College, los estudiantes la recibieron como una auténtica estrella!

Sus hijos a menudo la acompañan en las presentaciones. Su hijo Freddie piensa que «la película es buena porque al final todo termina como debía terminar para ellas, como mujeres, como trabajadoras y como inmigrantes. Pero siendo hijo de inmigrantes me siento triste al ver como todos los desprecian y los tratan como si ellos tuvieran menos derechos que los demás. Mis padres nunca pudieron quejarse de nada porque, como inmigrantes, siempre tuvieron miedo a ser deportados. Pero creo que podemos luchar. Como dicen en la película: «Unidos, podemos.»»

La pequeña Araceli está comenzando el sexto año de escuela y le va bien; siempre que puede, ve la película una y otra vez. Dice que: «Es hermoso que la gente te vea en una película». Araceli aún quiere ser doctora cuando crezca, y ahora, también quiere ser maestra porque: «Enseñar es divertido.»
Maria se hizo recientemente ciudadana americana. Estudió mucho para el examen, cuenta: «¡Escuchaba las preguntas todos los días! Tenía que saber: ¿quién fue el primer presidente de los Estados Unidos? ¡George Washington!» Su deseo es poder mantener a sus hijos en el futuro, para que no les falte nada y sean felices.

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Para saber más sobre la vida de la película desde entonces, visita nuestra página «La película hoy en día«.

Para saber como puedes participar y todo el trabajo de difusión que esta pasando alrededor de Made in L.A., visita nuestra página Involúcrate.

Fuente: WEB OFICIAL

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