El documental Los años robados de Xavi cuenta la historia de Xavier Vallejos, a quien en 1985 una trabajadora social se lo llevó de casa para darlo en adopción a una familia de Barcelona.
“La funcionaria aprovechó una ausencia momentánea de mi madre, para llevarme a un despacho, donde me dijeron quiénes serían mis nuevos padres a partir de ese momento”, asegura Vallejos, de 36 años, residente en Palamós (Girona). Actualmente espera comparecer en un tribunal de Barcelona, tras haber denunciado a la trabajadora social, a sus padres adoptivos y la Administración.
El documental también cuenta con el testimonio de Francisco Cárdenas, presidente de la Asociación por la Defensa del Menor. Esta entidad agrupa a cientos de personas, que aseguran sentirse perjudicadas por las decisiones de los servicios de protección de menores, en todo el Estado español.
Cárdenas ha llevado su caso particular al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, en espera de una resolución. “A mí, como a muchas otras personas, me quitaron a la que fue mi hija durante tres años, para darla en adopción a otra familia de forma repentina”, explica Cárdenas.
Enrique Vila, escritor y abogado, también aparece en el proyecto. Además de ser el representante legal de Xavier Vallejos, es conocido por haber destapado el escándalo de bebés robados entre las décadas de 1940 y 1990.
“El caso de Vallejos es el eslabón perdido entre los abusos cometidos por algunos sacerdotes, monjas y abogados, quienes entonces representaban los servicios sociales, y ciertas prácticas de las actuales instituciones”, explicó el autor de los libros Hijos de Otros Dioses (2013, Arcopress), Mientras duró tu ausencia (2012, Temas de hoy), Historias Robadas (2011, Temas de Hoy), Bastardos (2010, Arcopress), entre otros.
Entre otros testimonios, Mercé Santmartí i Miró, de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia de Catalunya (DGAIA), la abogada Silvia Cuatrecasas, así como padres y abuelos, que reclaman importantes cambios legales en los procedimientos administrativos para decidir la separación de los menores de sus familias.
La producción fue financiada mediante micromecenazgo en la plataforma Verkami, gracias al aporte de sesenta y cuatro personas, entre particulares y entidades, cuyos nombres también aparecen en los créditos.