En el corazón del desierto, concretamente, en el campamento de Refugiados de Dajla, en Argelia, se va a producir un acontecimiento novedoso que reunirá a mujeres saharauis de todas las edades. Durante la árida primavera sahariana, el Campamento se transforma para recibir el Festival de Cine.
Este año, las mujeres van a participar en un ciclo de películas que, desde distintos puntos de vista, tratan sobre la situación de las mujeres en el mundo, con el objetivo de fomentar la reflexión y el intercambio de experiencias respecto a numerosas cuestiones. A pesar de que las mujeres saharauis constituyen un ejemplo de emancipación en el mundo musulmán, todavía perviven grandes desigualdades de género el seno del pequeño microcosmos que habitan.
Cinco de estas mujeres protagonizarán Coría y el Mar. Coría es la más pequeña de todas. En las cálidas noches del Sahara argelino se apoderan de ella las ensoñaciones del mar que tuvo que abandonar su pueblo y que ella nunca ha visto. El rumor de sus olas, la majestuosa visión de sus aguas, el infinito espejo de su cielo añorado, son los ecos, los puentes, que todavía unen a su pueblo con sus orígenes.
A través de las vidas de nuestras cinco protagonistas, retrataremos diferentes aspectos que nos muestren la realidad de las mujeres saharauis. Un mundo influido sobremanera por la difícil situación política en la que se encuentra sumido el Sahara y el precario contexto del campamento de refugiados en el que tienen que sobrevivir día a día.
Los sueños de Coría simbolizan los sueños de añoranza de los y las saharauis; una manifestación de la fuerza que palpita en sus corazones, que alimenta su inquebrantable voluntad de seguir hacia adelante.
FUTURO: EL MAR SUEÑA CON EL REGRESO DE LOS SAHARUIS
Coría, 10 años
La esperanza del pueblo saharaui.
Coría nació en los Campamentos de Refugiados, en Argelia. Aunque sólo tiene 10 años, sabe perfectamente que ése no es su país; es un espacio cedido por Argelia, que no le pertenece ni a ella ni a su pueblo. Su madre es trabajadora social en su daira (municipio) y su padre todavía trabaja en el ejército. Su cara, surcada por numerosas cicatrices, es un fiel reflejo de la dura guerra entre Marruecos y el Frente Polisario, entre los años 75 al 91 del siglo XX. En la educación que le inculcan sus padres bulle el hálito liberador de la esperanza de que su pueblo regrese a su lugar de procedencia. Coría va a la escuela todos los días, donde aprende árabe, español, historia y matemáticas. En sus intervenciones abundarán los mensajes de ilusión con los que el pueblo saharaui quiere conjurar un futuro mejor. Cuando los niños juegan no hay lugar para la tristeza ni se toma en cuenta el calor o la falta de recursos… Todas las noches Coría sueña con el mar. El mar de Dajla libre.
PRESENTE: CAMPAMENTOS DE REFUGIADOS EN UN DESIERTO GRIS
Salka, 25 años
Una farmacéutica entre jaimas
Salka trabaja en uno de los dispensarios de las Dayras (barrios) de Dajla. El centro de salud fue construido por Médicos del Mundo. Allí trabajan el doctor y Salka como farmacéutica. En un campamento de Refugiados, el ejercicio de la medicina y la asignación de medicamentos sufren importantes trabas por la falta constante de recursos derivada de lo precario de su situación. Salka aprendió y sigue aprendiendo de su abuela, una sabia curandera que mediante el uso de la medicina natural dio respuesta a las necesidades de muchas generaciones de saharuis. Salka está encantada con su trabajo y no tiene prisa en dedicar parte de sus energías en buscar pareja porque para ella lo más importante es hacer todo lo posible por apoyar a su gente.
Mamía, 15 años
Adolescencia en un Campamento de Refugiados
Mamía es una muchacha de 15 años. La madurez y seguridad de sus palabras, la belleza y fuerza de su carácter reflejan el esplendor de la juventud saharaui. Su padre falleció y su madre se vió en la obligación de trabajar en España para poder sostener a su familia. Mamía vive en su jaima con su abuela y al lado está la de su tía y sus primos pequeños a los que dedica parte del día. Todas las mañanas acude a la escuela a estudiar informática y español. En el Campamento de Dajla no pueden cursarse estudios de secundaria. Tiene un gran grupo de amigas con las que queda para pasear por el mercado, tomar té y charlar, bailar o, simplemente, contemplar las estrellas desde las dunas. Mamía ha pasado varios veranos en España gracias a los programas de “Vacaciones en España” organizadas por las Asociaciones de Amigos del pueblo saharaui. Su ilusión es regresar a nuestro país para perfeccionar su español estudiar fotograría y poder ser algún día profesora en su país. Para entonces, como esperan ella y todos los saharauis, un país libre.
Mujer Saharaui Española
La mujer saharaui que emigró a España.
Actualmente estamos realizando el casting para encontrar a este personaje. Si eres una mujer saharui, vives en España y tienes entre 30 y 50 años y te apetece participar, no dudes en ponerte en contacto através del correo: dianacasting@gmail.com
PASADO: UN PUEBLO ARRANCADO DE SU PAÍS
Mariem
La anciana que conoció las playas de Dajla.
Mariem nació en la costa saharaui. Las playas de Dajla, antigua Villacisneros, fueron su lugar de juegos, también fue allí donde conoció al padre de su hijo, Hammed. El pequeño nació en esa misma ciudad pero, cuanto tenía apenas unos meses, tuvo que exiliarse con su familia atravesando kilómetros de desierto para llegar a los Campamentos saharauis, mientras los marroquíes invadían su país con la Marcha Verde.
Hammed no sobrevivió al duro viaje. Ahora su madre, todavía con lágrimas en los ojos, recuerda a ese bebé que falleció hace más de 30 años… Mariem tuvo otros 2 hijos; nunca pierde la esperanza de poder regresar a aquella playa por la que un día paseó con el pequeño Hammed.